León da un gran paso para ser patrimonio mundial

La Catedral de León es más que un símbolo. Es motor de prestigio para la ciudad y también para su desarrollo turístico y económico. A sus valores intrínsecos culturales, religiosos, artísticos y arquitectónicos, suma el hecho de ser un activo para el futuro. Es solo un ejemplo de otros lugares e instituciones leonesas que hacen de la capital y la provincia uno de los exponentes patrimoniales de España. Pero, por ejemplo, ese gótico fundamental no es Patrimonio Mundial, que sería como poner un título oficial a la realidad. Desde ayer todo puede cambiar: Las Cortes de Castilla y León han acordado impulsar la declaración de Burgos y León como Ciudades Patrimonio Mundial con sendas partidas en los Presupuestos Generales de la Comunidad.

El Gobierno autonómico, a través de los dos partidos que lo conforman, esto es PP y Ciudadanos, apoyó una enmienda transaccional del PSOE para la elaboración de sus respectivos informes, con un montante de 30.000 euros, y a partir de ahí buscar la distinción.

El procurador de Ciudadanos por Burgos, José Ignacio Delgado, destacó la importancia de estas declaraciones para la economía y el turismo de la Comunidad. «No sólo son dos joyas del Gótico europeo, sino que también son una parte importante de nuestra identidad y de nuestro futuro», ha afirmado.