La Biblioteca Azcárate de León cumple cien años

Salvador Gutiérrez Ordóñez, presidente de la Fundación Sierra Pambley y miembro de la Real Academia (RAE) presenta en la página web de la Fundación Sierra Pambley el centenario de la Biblioteca Azcárate y su celebración a través de una actividad online que se prolongará durante todo el año. Los martes y jueves se publicará una lectura grabada por ‘una voz amiga’ de la Biblioteca Azcárate; voces de personalidades relevantes del panorama cultural, amigos y usuarios de la biblioteca.

La Biblioteca Azcárate cumplirá cien años el 15 de diciembre del presente año. La Fundación Sierra Pambley quiere celebrar las numerosas voces surgidas de la Biblioteca Azcárate, como refugio de libertad y cobijo de la cultura, con una serie de lecturas y recuerdos de la institución realizadas por algunos de sus amigos. Con el lema #100añosBibliotecaAzcárate, compartirán esas historias desde este hoy en redes sociales y en nuestra página web.

Estos relatos comienzan con un paseo los cien años de la biblioteca en la voz del presidente de la Fundación Sierra Pambley y académico de la Real Academia Española, Salvador Gutiérrez.

Desde el día en que la Biblioteca se abrió a la ciudad, las voces contenidas en todos los libros apretados en los estantes de la biblioteca Azcárate comenzaron a escucharse dentro de las cabezas de los lectores que los tomaron prestados. Fueron 728 solo durante el primer mes, un enorme éxito. La Biblioteca, popular y circulante, inauguraba un presente bullicioso y un futuro resplandeciente. Los libros y manuales de estudio de los Alumnos de la Escuela Industrial de Obreros y algunos importantísimos, como la Enciclopedia de Diderot, que habían pertenecido a la familia Sierra Pambley, se unieron a la donación de la biblioteca personal de Gumersindo Azcárate, un fondo sustancial que sirvió como acicate a la Fundación Sierra Pambley para la creación de una biblioteca de uso público. Manuel Bartolomé Cossío organizó la sala según el estilo inglés del siglo XVIII y Manuel de Cárdenas la materializó, cuenta Salvador Gutiérrez.

«Era la mejor dotada, la más visitada, de una importancia trascendental para la libertad social y para la cultura leonesa».

Hasta 1936. Depuración, violencia, asesinato, libros prohibidos, quema de libros, destrucción, oscuridad. Un retrato de Franco en la Biblioteca, aunque el busto de Azcárate sigue presidiendo la sala. Silencio…

En la más hambrienta, fría y temerosa posguerra un pequeño coro de voces dirigido por Antonio González de Lama comienza en la Biblioteca Azcárate una canción de libertad, de poesía y crítica.

Espadaña, una revista de disidencia que burlando la censura se editó entre 1944 y 1950, nació destinada a vencer la tiranía del aire y de la noche con el empuje de Eugenio de Nora y Victoriano Crémer dando paso a una polifonía formada por los principales poetas leoneses, Antonio Gamoneda, Josefina Aldecoa, Manuel Rabanal, Pilar Vázquez Cuesta, Luis López Anglada, Antonio Pereira, José Luis Leicea, Eloy Terrón, y publicando las voces de Vicente Aleixandre, Trina Mercader, César Vallejo, Dámaso Alonso, Carmen Conde, Gerardo Diego, Miguel Hernández, Angela Figuera Aymerich, José Hierro, Carlos Barral, Blas de Otero, Felicidad Blanc, Gabriel Celaya, Pura Vázquez, Leopoldo Panero, Juan Ramón Jiménez… La cadencia de Espadaña llamó la atención dentro y fuera de España.

El silencio desciende de nuevo como una bruma sobre la Biblioteca Azcárate, que cierra su sala en 1969, hasta que un nuevo rumor de vida comienza con el dictador muerto y con la restitución de la Fundación Sierra Pambley en 1979 por Justino Azcárate, sobrino de Gumersindo, que recuperó desde ese momento el ideario de la Institución Libre de Enseñanza que había inspirado su creación. La Biblioteca Azcárate se prepara y abre de nuevo sus puertas en 1983 y continua su conversación hasta que la pandemia del año 2020 la deja callada y replegada de nuevo.

«Pero ese abrumador silencio exterior, bullicioso al interior, se rompe desde este momento con el propósito de celebrar el sonido de la Biblioteca Azcárate durante estos cien años», finaliza Gutiérrez Ordóñez.