El insólito caso de una lluvia de piedras en Boñar

El experto en fenómenos extraños Marcelino Requejo publica ‘Más allá de lo sobrenatural’, con un ‘Expediente X’ leonés.

Es un caso claro de ‘Expediente X’. Una insólita lluvia de piedras sobre una casa próxima a Boñar. Un asunto que Marcelino Requejo Alonso, químico de profesión y dedicado desde hace cuarente años a investigar fenómenos extraños, incluye en su nuevo libro, titulado Más allá de lo sobrenatural (Ediciones Cydonia).

El escritor zamorano, uno de los más reconocidos estudiosos del fenómeno ovni en España, rescata una historia fascinante que sucedió una tórrida tarde de finales de junio de 1986 en una localidad cercana al pantano del Porma. Por entonces, Juan Carlos P. L., comandante de puesto de la Guardia Civil, recibe en el cuartel una angustiosa llamada telefónica. Al otro lado de la línea un hombre de avanzada edad reclamaba la urgente presencia de los guardias en su domicilio, una vivienda aislada.

El grado de excitación y las entrecortadas frases del anciano apenas dejaban entender al guardia de servicio que la vivienda en cuestión estaba siendo atacada. Dos agentes acudieron a la llamada angustiosa de dos ancianos y encontraron que la vivienda parecía el escenario de una batalla campal. Poco después los propios agentes se convirtieron en testigos de lo que allí ocurría, tras observar cómo piedras de grandes dimensiones volaban sobre la casa sin que nada ni nadie las arrojase. Este escalofriante suceso es uno de los muchos casos que se incluyen en el libro del investigador Marcelino Requejo Más allá de lo sobrenatural. El autor recogió el testimonio de los protagonistas para reconstruir uno de los muchos incidentes en los que las fuerzas de seguridad del Estado son testigos de sucesos inexplicables. «Se oyó como un estampido seco, algo parecido a un disparo procedente del terraplén, y apareció volando un pedrusco tremendo por detrás de mi compañero… Pasó como una bala a pocos centímetros de su cabeza, se estrelló con fuerza en la parte superior de la fachada de la casa y cayó al suelo a pocos metros de donde yo me encontraba. ¡Algo alucinante! De no verlo yo mismo, nunca lo hubiese creído…», relató uno de los testigos, en la actualidad teniente de la Guardia Civil.

«Una hora antes habían apedreado la casa a base de bien, pero mientras estuvimos nosotros allí, sólo voló una piedra; quiero decir, que si nos hubiese caído encima algo similar a lo que presenciaron los ancianos, te aseguro que nos hubiese matado a los dos, porque no nos habría dado tiempo a protegernos… Tengo la impresión de que ese fenómeno no pretendía hacernos daño físico, sino tal vez sólo llamar la atención o asustarnos para que nos alejásemos», añadió el testigo.

Vía Diario de León